jueves, 30 de junio de 2011

Miré a mi alrededor, estaba claro que no sentía lo que los demás. Me fui apartando de un mundo de alegría gratuita hasta llegar a la más absoluta indiferencia. Aquí sigo, solo. Y todos los días son el mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, hemos venido a casa a preparar las vacaciones y nos hemos quedado enganchados a tu blog...... Besos. Rosa, Carlos y Elena

Ayerum dijo...

¡Hola! Me alegra muchísimo que os guste. Ojalá pudiera estar por aquellas tierras que tanto me gustan y pasar unos días con vosotros. ¡Besos y abrazos, espero veros pronto!
Sergio