viernes, 5 de marzo de 2010

Mundo de espejos

Mi intimidad expuesta a los ojos del mundo
sin candados que la conviertan en privilegio.
Y aún así nadie me lee.
Podría decir que hoy he matado a tres hombres,
que he atracado un banco.
Seguiría sentado tranquilamente en casa
con un café entre las manos
y la certeza de que nadie vendría a buscarme.
Me encanta pasar desapercibido
en un mundo de espejos.

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