No había caído hasta hoy,
pero mientras yo reposaba en stand by,
tranquilo,
todo ha seguido avanzando
con la rápidez de una gacela.
La razón, con un golpe tajante y certero,
me ha hecho un nudo en el estómago,
devolviéndome a un estadio que odio.
Con lo bien que se estaba en las nubes.
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