"Carretera y manta", me dijo.
Puede que le haga caso.
Que me recree con la imagen
de su desesperación
en la distancia.
Que no vuelva a saber de mi,
que llame a Paco Lobatón
y vea que hace años
que el programa bajó la persiana.
Puede que lo haga.
Y me ria de su tristeza,
de su impotencia
al ver que hice caso
a sus palabras.
Me gusta la imagen mental
de su derrota
y de mi victoria derrotada.
Aunque me destroce la vida,
si total ya está destrozada.
Entre vivir así y morir
hay una separación de nada.
Carretera y manta.
Puede que lo haga.
Tal vez mañana.
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