martes, 29 de noviembre de 2011
Versos intrascendentes Vol. VI
Dicen los que creen en el destino
que nada ocurre por casualidad.
Y allí estaba, como yo,
en aquel lugar que no era
ni para mi ni para ella.
No creo en el destino,
pero eso no es raro en mi.
Hay muchas otras cosas en las que no creo.
Lotería, religión, amor eterno.
Pero estaba allí, por alguna razón,
aunque esa razón no tuviese nada que ver
conmigo o con el destino.
Tal vez se había dormido con los ojos abiertos
y las gafas de sol me impedían verlo,
quizá esperaba a alguien.
Yo tampoco sabía que hacia allí,
pero allí estaba. Como ella.
Y allí nos quedamos los dos,
ignorándonos en compañía.
No creo en el destino,
y creo que ella tampoco creía.
domingo, 27 de noviembre de 2011
viernes, 18 de noviembre de 2011
Versos intrascendentes Vol. IV
como pequeñas gotas de lluvia
cayendo sobre un cobertizo
en el que me refugio del frío.
Estrechos lazos palpitantes
entre aquí, ahora,
y allí y siempre.
Juzgad cuanto queráis,
los puñales verbales
cortan y hieren, pero no matan.
Jugad a decidir por otro
sin conocimiento de causa
si es lo que os hace felices,
qué fácil es pensar desde fuera.
Pero creed lo que os digo,
aunque no queráis creerlo:
fue mejor así,
y por eso ocurrió
de aquella manera.
Ni ella era para mi
ni yo era para ella.
jueves, 10 de noviembre de 2011
Carpe diem
y tu obsesión por hacer todo lo posible
para que así sea
es el error que te lleva al fin
una y otra vez.
martes, 1 de noviembre de 2011
G
disfruta de él en dosis pequeñas.
Aunque te apene alejarte,
guárdalo para ocasiones concretas.
Haz una visita cuando realmente lo necesites,
no lo llenes de tus miserias mundanas.
Acude sólo cuando sea estrictamente necesario,
cuando tu mente grite que no puede más,
sin caer en la tentación de rutinizarlo.
Saborea, disfruta, desconecta.
Vete siempre con pena,
con lágrimas en los ojos,
con unas ganas inmensas de regresar,
de quedarte ahí para siempre,
deseando que el tiempo se detenga.
Es la única manera de sentir lo que sientes
cada vez que vuelves,
de asegurarte un pasaporte vitalicio
a un mundo paralelo
que no es mejor ni peor,
sino distinto.
Versos intrascendentes Vol. III
pero mientras yo reposaba en stand by,
tranquilo,
todo ha seguido avanzando
con la rápidez de una gacela.
La razón, con un golpe tajante y certero,
me ha hecho un nudo en el estómago,
devolviéndome a un estadio que odio.
Con lo bien que se estaba en las nubes.
lunes, 24 de octubre de 2011
Versos intrascendentes Vol. II
A tan sólo un autobús, preparada para la guerra,
nunca se negaba a montar una escena
en un cine o en un paseo por el parque.
domingo, 23 de octubre de 2011
Versos intrascendentes Vol. I
A veces aparecía despeinada,
a veces era yo el que se quedaba durmiendo.
A veces no aparecía ninguno de los dos,
pero siempre volvíamos a vernos.
domingo, 16 de octubre de 2011
jueves, 13 de octubre de 2011
domingo, 9 de octubre de 2011
miércoles, 14 de septiembre de 2011
viernes, 2 de septiembre de 2011
Si todo hubiese salido como yo quería
Ni mejor ni peor.
O sí, quién sabe.
Qué más da.
Tú... Sí, tú.
domingo, 28 de agosto de 2011
viernes, 19 de agosto de 2011
Verano
Tú también eras más joven que ahora, lógicamente. Tu pelo largo, más largo que el mío, caía sobre tus hombros. Bella.
Una vela brillaba en el centro de la mesa, supongo que había camarero pero no recuerdo nada de él.
Comida italiana. No sé si fueron espaguetis, macarrones o pizzas; no guardo la factura, de hecho me sigo preguntando cómo pude pagarla.
A lo lejos se oía el mar, meciéndose plácidamente. Realmente no estaba tan lejos. Quizá treinta metros.
20 de agosto.
Mañana.
Hoy, el ayer de aquel día, nos marcó a fuego. Toda la cena fue postre.
jueves, 30 de junio de 2011
jueves, 16 de junio de 2011
Bendita sensación
Ver tus ojos azules,
tan mágicos
como aquella noche
que parece mentira,
y vivir por siempre anclado
a esa sensación de tenerte
más cerca que nunca
pero tan lejos como siempre.
Necesito fundirme con la angustia silenciosa
de la pasividad
y la mescolanza inmensa
del hecho inevitable que nunca llega.
Que algo tan provocativo como tú
se niegue a tirar la primera piedra,
que todo sea tan imposible
como siempre lo ha sido.
Sentir que no va a pasar nada
por más que luche,
que soy un perdido,
que el camino acaba en tres pasos
y me impiden avanzar.
Necesito sentirlo, necesito serlo,
sentir que siento lo que siento
y no ver sentido a mi propia existencia;
no ver perspectiva,
ser no siendo.
No ser lo que soy, ser lo que fui
aunque lo odiara.
No ser, mucho mejor que ser nada.
Colgarme de algo tan común
como dos ojos bonitos
y que no haya en el mundo
otra cosa que me quite el sueño.
Bendita sensación,
cuanto te añoro.
sábado, 4 de junio de 2011
Nunca más
presionando notas muertas
con el peso de los años.
Responde a mi pregunta,
chica soñadora:
¿tan solos estamos?
Ya sólo nos vemos
en las noches que dormimos
separados.
martes, 31 de mayo de 2011
domingo, 22 de mayo de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
sábado, 19 de marzo de 2011
Calada
Apuntad todo lo que salga de nuestras bocas,
grabad cada conversación.
Hemos renacido en mentes de caviar,
somos genios tan sólidos como efímeros
y la luz que nos han concedido
tiene fecha de extinción al dorso.
Venerad cada ocurrencia,
santificad cada sílaba.
Mañana, cuando volvamos a la miseria,
el eco del ayer valdrá su peso en oro.
Subir a la tierra y encontrarte
era la la redención suprema.
A un paso del cielo.
miércoles, 16 de marzo de 2011
El principio queda tan lejos
que ya no cuenta,
el final puede no llegar nunca
o tal vez me atropelle
cualquier tarde
al cruzar la calle sin mirar.
Las historias se repiten,
desfilan ante mi con parsimonía
recreándose en mi angustía.
Y no veo la luz
hacia la que avanzar.
Toda ilusión muta en decepción.
Todo proyecto está condenado
a la muerte, al café de puchero.
Retrocedo y sólo consigo hundirme más
en tus arenas,
no encuentro un lugar placentero
en el que aguardar el amaine del temporal
que yo mismo desato constantemente.
viernes, 11 de febrero de 2011
domingo, 23 de enero de 2011
Jamás se lo dije porque me daba vergüenza. Después la vida nos separó y no volvimos a vernos hasta pasados cuatro o cinco años. Yo ya no era yo, ni ella era ella. Y hoy, escuchando música, una estrofa me ha traído el recuerdo lejano de aquellas preciosas tardes que siempre se me hacían tan cortas.
martes, 18 de enero de 2011
lunes, 27 de diciembre de 2010
Solo
Lo que aprendí esa tarde, aunque ya lo sospechara desde hacía algún tiempo, es que el destino es, como mínimo, Doctorado en Puteología, noble rama de la Filología Hispánica en su vertiente más toca huevos, y que él solito se encarga y gusta de colocar la palabra más inoportuna en el momento menos indicado para reírse de mi angustia existencial. Aquella tarde la maldita palabra me persiguió por las calles, se metió a dormir en mi cama (aunque esto fuese algo crónico ese día me molestó especialmente) y apareció repetidas veces en la televisión. Las canciones la corearon una y otra vez, en los periódicos protagonizó titulares y en los escaparates la anunciaron con letras tamaño 678, mayúsculas y colores cantosos. Pobre de mí, comencé a sentirme oprimido desde el momento en que se acercó la camarera:
- Señor, lleva aquí tres horas, cuarenta y siete minutos y trece segundos, ¿espera a alguien?
-Ya no, tráigame un café.
-¿Solo?
- Sí… Y ya que está el periódico si puede ser.
Cinco minutos. Café aguado y un ejemplar del día anterior de El País.
-Disculpe que sea de ayer, es que nos lo reparten solo entre semana, ¿sabe?
-Gracias por la información.
Me lo tomé casi de un trago porque las primeras líneas de una noticia actuaron como un repulsivo: “Solo quedan dos meses para que abran la Avenida Soledad, que descongestionará el tráfico de…”. Cerré el periódico, pagué y me fui.
Anduve un rato por las calles y la verdad es que no debería haberlo hecho. Las rebajas de enero monopolizaban los escaparates de los comercios locales.
“Descuentos de hasta el 50 % en camas de matrimonio solo hasta el 1 de febrero… ¡Aprovéchese!”
“¿Quiere viajar? ¡Descubra Europa con su pareja solo a la mitad de precio!”.
Decidí coger el coche y volver a casa. Al encender la radio, Marta (sí, Marta) Sánchez entonó aquello de “Olvídate de mi”. Al cambiar el dial caí en Kiss FM, donde Sabina cantaba que a veces le habla a la luna de esa amante inoportuna que se llama soledad. Le di una última oportunidad a las emisoras, y huyendo del amor caí en una radio heavy que ofrecía un programa especial sobre los mejores solos de la historia. Apagué la radio ipso facto.
Ya en mi casa encendí la tele y me llevé la primera en la frente. El presentador de un concurso preguntaba a uno de los participantes el nombre del mítico piloto humano del Halcón Milenario. Desconecté el cable, tiré el televisor por la ventana y decidí que lo mejor que podía hacer era acostarme. Pero ni esto fue una buena opción, destino perverso. Parece ser que los pareja de vecinos celebraba algo y le importaba un huevo el tío solitario del piso de al lado. Desesperado, asumí el alto riesgo que implicaba enchufar la radio para maquillar con alguna canción ñoña los gemidos del otro lado de la pared. Funcionó durante un cuarto de hora, nadie atentó contra mi indeseada vida sentimental. Estaba a punto de dormirme y no esperaba ninguna sorpresa. Incluso la idea de que había sido demasiado severo juzgando al destino y el consiguiente sentimiento de culpa comenzaron a rondar con fuerza por mi cabeza. Entonces habló el locutor y tardé otras dos horas en dormirme:
- Esta es la noche más fría del año. ¿No me digas que estás durmiendo solo? ¡Abrázate a la manta, te vas a resfriar!
sábado, 18 de diciembre de 2010
viernes, 17 de diciembre de 2010
sábado, 27 de noviembre de 2010
Mil cosas y ninguna a la vez
Fuimos a un sitio bonito. Rosa pidió un té tan raro que no recuerdo ni el nombre. Yo no sabía que había tantos tipos de té, tantos tipos de café ni tantos tipos de cerveza, así que no me calenté la cabeza y fui a lo fácil. Ponme un tercio. Normal, pero que esté bien frío. Añade unos cacahuetes al pack.
Hablamos de mil cosas y de ninguna a la vez.
Pagamos. Salimos a la calle. Aún eran las siete de la tarde. Dimos una vuelta por la ciudad. Mira este monumento, mira aquel, me gusta esta calle, odio esta plaza, ¿sabes la historia de ese edificio? Amaba el arte y la arquitectura de su ciudad y la conocía a la perfección, como si la hubiese fundado ella. ¿Por qué no te presentas a la Concejalía de Cultura? Yo te votaría. No puedes votarme porque no vives aquí. Tienes razón. Y así seguimos un par de horas.
Hablando de mil cosas y de ninguna a la vez.
Entramos a un restaurante. El mejor de la ciudad, dijo. Sabía mucho de arte pero poco de restauración. En términos culinarios, claro está. Ella pidió un solomillo ni muy hecho ni muy crudo, con una guarnición que no estuviese ni muy fría ni muy caliente. Puso especial hincapié en el punto de sal. Yo pedí cualquier cosa. Cuando probó su plato dijo que era fantástico, pero su expresión reveló que el solomillo estaba demasiado hecho y la guarnición demasiado destemplada. A la sal le faltaba un punto. ¿Quieres probarlo? No, gracias, si no después no me como lo mío. Cuando probé mi cualquier cosa descubrí que era la peor cualquier cosa que había probado nunca. Gracias a Dios tenían un concepto minimalista de las raciones y cuatro cucharadas bien podían vaciar el plato. ¡Me encanta este… algo! Y el vino está genial, se nota que es caro. ¿Vienes mucho por aquí? Sí, es mi sitio favorito. El trato es excepcional, la comida fantástica y el ambiente distinguido. Sí, ya veo. Me callé mi impresión sobre los camareros estirados, la superpoblación esnob y la mierda a precio de oro. Y así seguimos una hora.
Hablando de mil cosas y de ninguna a la vez.
Es muy tarde, ¿en serio te vas a ir al pueblo ahora? Si tienes un plan mejor me quedo. Fuimos a su piso. Abrió la puerta. Me acomodé en el sofá. ¿Qué bebes? ¿Un Brandy Eggnog, un Ruso Blanco, un Bossom Caresser? Ponme una ginebra con limón. No tengo ginebra. Pues una cerveza. ¿Sin alcohol? Es lo que me queda. Pues un vaso de agua. Eres un tipo curioso, ¿sabes? Eres diferente. ¿Ah sí? Gracias, me alegra saberlo. Además, tienes una mirada muy atractiva. Vaya, a mi también me gustan tus ojos. Y tus labios. ¿De verdad? Sí, no te lo diría de otra manera. Se estrecharon las distancias. Primero un río y después un océano.
Hicimos mil cosas y ninguna a la vez.
¿Te quedas a dormir? No, tengo que irme. Llámame, ¿eh? Descuida. Bajé a la calle. Encendí el cigarrillo de después. Pedí un taxi. ¿A dónde, señor? A cualquier sitio donde vendan comida. Anoche no cené. Paramos en una gasolinera. Compré unas empanadillas y un refresco. Ahora lléveme a casa. Usted manda. ¿Puedo comer en el coche? Sin problema. Durante los siguientes veinte kilómetros pensé en Rosa y eché de menos a Claudia. Pagué el taxi, subí las escaleras, entré en mi piso solitario y me acosté. Y así estuve hasta dormirme.
Pensando en mil cosas y en ninguna a la vez.
martes, 26 de octubre de 2010
sábado, 16 de octubre de 2010
domingo, 3 de octubre de 2010
-No, gracias.
Indigente
los hay que suplican para vicios,
algunos quieren coger al autobús
y otros necesitan alimentar a sus hijos.
Yo, mendigo del amor,
tan sólo pedí un beso.
Ella me miró y pasó de largo.
sábado, 2 de octubre de 2010
Violeta

Eres un vestido violeta, un maquillaje de rocío y un corazón de terciopelo. Tu belleza, basada en la simplicidad de las formas y la intensidad de la piel, se dibuja ante un fondo desterrado al desenfoque del segundo plano. Lo que hay tras de ti es irrelevante.
Bancos del parque
"Todo termina cuando se desvanece el misterio
y la claridad sustituye a la niebla del iris,
cuando los defectos antaño perfectos
pierden su encanto idiosincrático
y se transforman en proyectiles rocosos
con que lapidar al contrario en discusiones terminales.
Todo termina cuando la fantasía del momento
queda desterrada al abismo del recuerdo,
y frases en cuya estructura sintáctica
se registran adverbios de tiempo
referentes a tiempos recientemente remotos
rasgan la superficie interna del pecho.
Todo termina en paseos nocturnos por cementerios
cuyas lápidas son bancos del parque,
lugares que un día fueron especiales;
noches interminables teñidas de negro
sin estrellas, sin luna y sin techo,
a la deriva por el mar de la memoria
buscando el naufragio en una sonrisa irrecobrable".
Cuando llegue el momento
no me convirtáis en ceniza,
no quisiera yo teñir de negro
el mar que tanto amo
ni volar con rumbo incierto
a merced de una ráfaga de viento
loca y caprichosa.
Cuando llegue el momento
no me llevéis a un camposanto,
no quisiera yo desperdiciar
el alimento de mi cuerpo
encerrándolo entre paredes de madera,
ni descansar por siempre rodeado de llanto,
mármol frío y solitario,
rosas mutiladas y símbolos divinos.
Cuando llegue el momento
llevadme a un prado lleno de flores,
depositadme bajo un olmo
y dejad que le devuelva al mundo
lo que es suyo.
Dejad que reciba la visita de las estaciones,
el frío del rocío,
el canto de los pájaros
y la alegría de los niños.
martes, 28 de septiembre de 2010
con que alguna gente olvida el pasado.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Ella otra vez
Me abordó entre el pasillo de los ultracongelados
y las patatas.
Maldita sea, actuó como la muerte,
surgió cuando menos la esperaba
en el lugar menos pensado.
"Me alegro de verte",
tuvo el valor de decir.
Sudé, temblé y recé porque se fuera.
Verla girar la esquina de la panadería
fue como volver a respirar.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Y su pobre madre se retorció una vez más en el cielo.
"Ten hijos para esto", pensó.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Venda
avancé a tientas por la realidad.
Veía lo mismo que tú: nada.
Tú eras venda, yo vendado.
Prescindimos de la vista,
la sustituimos por impulsos
con más o menos fortuna.
Una vez agujereé tu negro cuerpo,
venda ciega,
y te doté de sendos orificios
para que fuese mi sentido
el que nos guiase a los dos.
El camino de la luz no hizo más
que confirmar tu gusto
por la oscuridad
y no tardaste en suplicar
remiendos.
La incompatibilidad nos forzó
a seguir el camino por separado:
yo, harto de sombras,
sigo buscando a alguien
que no turbe la vista;
tú, indispuesta a aclararte,
vives como yo, dando tumbos,
(en tu caso de una manera literal).
domingo, 29 de agosto de 2010
Adiós, verano
en este equilibrio mental/emocional tan dulce, perfecto y solitario.
Pero toca volver a casa, a la otra realidad,
y sólo espero que la serenidad espiritual dure más que el bronceado.
miércoles, 25 de agosto de 2010
viernes, 23 de julio de 2010
Adiós
Parte el tren y yo voy en él.
Saludaré al mar de tu parte,
le robaré algún beso a la Luna
sin que el Sol se entere.
Me voy, paladeemos la despedida
que sabe a respiro y descanso.
Pronto volveré y me enfrentaré
de nuevo al mundo
que nos vio crecer
y que hoy se recocija
en nuestra angustia.
Me voy, y lo hago confiando
en que tal vez la sangre
se apiade de mi
y me de una segunda oportunidad
en septiembre.
Me voy a mi tierra,
donde el aire huele a azahar
y salitre,
a coger fuerzas para afrontar
un año que no me apetece vivir.
Me voy a recordar cómo se olvida,
a regalarle al Mediterráneo
aquello que ya no necesito
para que la marea lo engulla
y lo entierre para siempre
en el negro infinito
de la profundidad marina.
Adiós. Deseo volver siendo el mismo,
pero distinto.
de tristeza,
ayúdame
a cambiar las sombras
por luces de colores.
Una tarde de Mayo
- En nada, no ha sido culpa tuya. Simplemente has aparecido en mi vida en el momento menos oportuno.
martes, 20 de julio de 2010
me siento acompañado y necesito soledad.
Te miro a los ojos y me estremezco,
me estremezco al oirte hablar.
Me siento triste rodeado de alegría,
si hay sonrisas me exilio a orillas del mar
y busco en su manto el tesoro azul
que tú escondes tras pestañas de cristal.
Corazón herido, creces alrededor de mi vida.
Invades mis silencios, mis escritos,
mis susurros;
mis gritos, mis sueños, mis suspiros,
mis delirios.
domingo, 18 de julio de 2010
vacío, roto, desolado.
El que era antes de ti,
el de los ojos apagados
y el semblante serio.
miércoles, 14 de julio de 2010
Ring of fire
Ojalá tuviera delante tu sonrisa y tus ojos de océano, tu compañía serena y adictiva, tu cariño sincero y cálido. Yo quiero más tardes como aquella, ¿y tú?
Te extraño tanto...
martes, 13 de julio de 2010
Hace tiempo
El silencio lo envolvió todo durante cinco segundos, el tiempo que tardé en intentar controlar la respuesta que inevitablemente terminó saliendo de mis labios:
-Es simplemente otra noche de Luna llena, una de tantas... ¿Es que no habías visto nunca la Luna o qué?
El tono de mi respuesta, por lo que pude advertir en sus ojos, no le gustó especialmente. Tragó saliva y se esforzó en esbozar una sonrisa que en ese momento no sentía pero que quiso mostrar.
-Sí, pero esta noche no es como todas... ¿no te parece? Para mi es muy especial... No sé, aquí tú y yo, los dos juntos en un lugar tan bonito...
Me miraba tímida, con una mirada fulgurante llena de ilusión. Por esa razón preferí no contratacar otra vez con un respuesta demasiado dura. Al fin y al cabo ella no tenía la culpa de mi desdicha.
-Sí, lo es. Te tomaba el pelo, tontica. Es una noche preciosa.
Me abrazó, me dijo te quiero. Yo fingí dicha. Fingí amor. Fingí una sonrisa y un beso.
Sigo sin saber por qué lo hice.
miércoles, 23 de junio de 2010
viernes, 18 de junio de 2010
Desengaño
pero sólo fue el reflejo de una bombilla.
miércoles, 9 de junio de 2010
Su voz no es
como yo la recordaba.
martes, 8 de junio de 2010
No encontrarlo la hacía parecer
un cangrejo vacío.
Recuerdo su mirada perdida
en medio de ninguna parte.
En la playa, en el cine,
en la ciudad y en el campo.
Cuando se cansó de buscar
dejó de preocuparse por
los sentimientos
y el amor llamó a su puerta.
Entonces se dio cuenta
de que ya no lo quería
y del tiempo perdido.
El amor volvió a casa
con el rabo entre las piernas
y la mirada perdida.
En la playa, en el cine,
en la ciudad y en el campo.
domingo, 6 de junio de 2010
sábado, 5 de junio de 2010
viernes, 4 de junio de 2010
¿Te queda algo de mi?
-¿Queda algo mío en tu cuarto?
La respuesta no pudo ser otra:
-El otro día abrí un cajón y salió un libro de cuando iba a primero de la ESO,una carta a los Reyes Magos y apuntes de selectividad. ¿Cómo no quieres que quede algo de ti?
jueves, 27 de mayo de 2010
Anoche
pero no fue porque
no lo intentásemos.
Anoche tentamos al peligro
y salimos victoriosos
de pura casualidad.
Corrimos como si nos
persiguiese la muerte
por las calles oscuras
de la ciudad
y al encontrarnos
en la puerta del 24/7
no quedó otra
que echarse a reir
y enterrar la botella
con rodajas de jamón york y queso.
miércoles, 26 de mayo de 2010
ni trucos ni conejos en la chistera.
Hice todo lo que pude
y quiero que me recuerdes por eso.
No me arrepiento del balance,
pero estoy herido de muerte
y antes de marcharme al limbo
quiero darte las gracias
por todo lo que fuiste
y yo creí que fuimos;
también por lo que me hiciste ser,
por escuchar mis palabras,
por acompañarme en las noches solitarias
y hacerme sentir especial
aunque no lo fuese.
Oasis en el desierto,
espejismo febril.
Estuvo bien mientras duró
y eso es lo que me llevó a la tumba
que yo mismo he cavado
con mis dioctrías.
Me has enseñado que hasta la evidencia
es subjetiva,
ahora no quiero seguir pensando en ti
sabiendo que tú no me acompañas
desde el otro lado.
Lo mejor de mi ha caído en saco roto
y estaré mucho tiempo herido;
supongo que también sobreviviré esta vez,
aunque ha sido el golpe más duro
que recuerdo.
No me apetece seguir sufriendo.
Hasta siempre y gracias por todo,
pero ahora debo seguir mi camino.
Ese que creí que se iba a hacer uno
con el tuyo.
Corta y pega del pasado
y su ausencia me impide retornar al sueño.
Extraño lo que nunca he tenido:
es duro saber que no volveré a verlos,
y más duro es saber que nunca los he visto
como siempre he querido verlos.
Leer de ellos, tan simple y tan complejo.
Hay tantas cosas que quise hacer
y que creo echaría de menos...
Perderme en su reflejo,
cerrar sus párpados con un beso.
Aprendérmelos de memoria,
recorrerlos sin prisa, sin pausa,
y llegar a aburrirlos, a odiarlos,
a no querer verlos nunca más,
a arrancarles sentimientos enfrentados.
Extraer de ellos todo el oro y la plata
hasta dejar sólo carbón y petróleo,
utilizarlos para encender un fuego en invierno
y guardar sus cenizas en una urna
a la que llorar de vez en cuando.
Aborrecerlos de golpe,
obstinarme en olvidarlos.
Ver en ellos el amor, la pasión,
la llave que abre el tesoro cerrado
al común de los mortales,
y enfrentarme al desprecio, al odio;
recorrer en zig zag la cima y el subsuelo
de sus polos opuestos.
Disfrutar del camino que encierra
un final y su principio,
y mendigar ante ellos una segunda parte,
una tercera y una precuela imposible.
Sufrir con motivos, vivir un encuentro casual
y percibir los restos del naufragio,
bronce añejo que habla de un tiempo perdido
y doloroso que valió la pena.
Tan sólo me queda echar de menos el echar de menos,
hacer de una miga de pan un menú completo,
coronarlos como exponente de la belleza humana
sin conocer la zona reservada a ojos VIP
y compararlos con el mar, con el cielo,
con la playa y con el mes de enero.
Escribir versos tristes sobre lo que pudo haber sido,
sobre lo que quise haber visto,
sobre lo que quise haber sentido.
Imaginar ante la imposibilidad de recordar,
crear vivencias de la nada.
Tan sólo me queda adentrarme en el sueño,
donde vive lo que nunca he vivido.
martes, 25 de mayo de 2010
y escribo con el corazón
sangre roja resbala
por el folio inmaculado
y el dolor se hace verso
en la superficie de papel
VACÍO
me enfrento al vacío
mi rostro se refleja en sus ojos
y percibo que el vacío soy yo mismo
no hay nadie enfrente de mi
y a la vez me tengo delante
soy la parte que me observa
y soy la parte observada
me miro con la misma cara
con que me miro
desde la profundidad del espejo
¿quién soy yo
de los dos?
¿acaso él siente lo que yo siento?
claro, es vacío,
siente como yo
¿somos dos o soy uno?
si le hablo responde con mis preguntas
si respondo son mías sus respuestas
él soy yo
yo soy él
pero ninguno de los dos somos
Un mundo de pintura y letras.
Un mundo donde todo fuera posible
y el límite fuese esclavo
del sueño y la falta de inspiración ocasional.
Entregarnos al arte en su concepto más amplio
y dejar correr mares de tinta y pintura.
Cuadros en verso
y versos expresionistas,
toboganes de colores deslizándose
por las entrañas de un destello mago.
Antes del odio
Gran Miguel, aquí hay alguien que no se limita a no olvidarte. Aquí hay alguien que te recuerda.
"Porque dentro de la triste
guirnalda del eslabón,
del sabor a carcelero
constante y a paredón,
y a precipicio en acecho,
alto, alegre, libre soy.
Alto, alegre, libre, libre,
sólo por amor.
No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme. no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa ?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor".
martes, 18 de mayo de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
Tres horas en la parada esperando un Búhobus
a veces sale bien y a veces sale mal.
El más pringado del barrio, ese soy yo.
Pero tonto de mi, no me canso.
Hoy voy a cambiar el modus operandi,
dejaré de lado lo sentimental
y me centraré en los estrictamente
profesional.
Debo asimilar el dicho de que
de donde no hay no se puede sacar.
Una hora en la parada del autobús
pasando frío y hambre
deberían abrirme los ojos.
Sin dinero, sin compañía y sin casa.
¿Las llaves del local?
Ah, es verdad, las tiene el batería.
Pero yo no me canso
y mañana caeré de nuevo.
No tengo remedio,
sólo un problema.
Ignoro a quién se bebe los mares por mi
y me centro en lo imposible.
Cambio pan de hoy
por la promesa de una mariscada.
Suena el teléfono, ¿será ella?
No, no lo es. Nunca es ella.
Una llamada irrelavente
consume la batería.
Pobre iluso, ya no tienes corazón.
Lo hipotecaste y lo has perdido
ante la imposibilidad
de hacer frente a los pagos.
Con el móvil apagado
mi madre debe pensar que estoy muerto,
no me extrañaría que esté llamando a los Geo.
Desaparecí por la mañana como el que va
a comprar tabaco
y aún no he vuelto.
Pasa un Seat Ibiza gris, ¿será Elena?
No, ella también está en el cine.
Como todos los demás.
Media hora después y todo sigue igual.
Si el boli se queda sin tinta me suicido.
Lo más triste de todo es que nadie
leerá esto.
Me descojono yo solo ante la situación,
menos mal que soy yo y no otro.
¿Me habla a mi ese drogadicto?
Me pide un papel, se sienta
y empieza a rajar de Zapatero.
¡Por tu culpa llevamos los españoles
zapatos llenos de remiendos!
Qué frío hace en la calle,
menos mal que es 14 de mayo.
La culpa es del cambio climático.
El drogata sigue rayando;
me habla de cuando era joven,
me previene de la droga
para que no me ocurra
lo que a él le ha pasado.
¿Tienes un eurico?
No llevo ni un duro, hermano.
Y mientras ella en su casa a buen recuado,
yo me lo he buscado.
Es lo que tiene el chantaje emocional,
o va de lujo o te sale como el culo.
Pasean tortolitos y me restriegan
su amor de cuento.
¿Cómo puede ir esa piva con ese pavo?
O es rico o la tiene como un estadio,
si no no lo entiendo.
No seré Brad Pitt pero tampoco soy un orco.
¿Y la belleza interior? Otro invento de Hollywood.
Aquí sólo cuenta el patrimonio o el tamaño.
Dos horas ya, juego conmigo mismo al ahorcado.
Envidio al muñequito
aunque sólo sean cuatro palos.
Me lanzan monedas como si fuese un vagabundo,
doy tanta pena que hasta un par de putas
me ofrecen un 15% de descuento o un dos por uno.
Igualico que El Corte Inglés.
Sin un maldito abrigo
la calle invita al resfriado,
empieza la sesión de estornudos.
Cuando pienso que han pasado ocho años
miro el reloj y sólo han muerto unos segundos.
Y mañana caeré de nuevo, no tengo remedio.
Cada vez tengo más claro que debo empezar
mi proyecto en solitario.
Un año de mi vida, un jodido año.
Lo he intentado de mil formas
y nada he logrado.
Si fuese un ser normal
me habría buscado un sucedáneo.
Pero no lo soy,
maldito poeta enamoradizo.
Ya lo decía la atractiva Vallentina:
¡ay, poeta loco!
Ay pelirroja, si tú hubieses sido un poco más joven
o yo un poco más viejo
otro gallo habría cantado...
Me quedan tres rayas en el MP4
y lo cierto es que la voz de J
no ayuda demasiado.
Ya no sé si suicidarme
o apagarlo.
El horizonte dibuja la figura de un conocido,
habrá gente en Murcia y tenías que ser tú.
¿Qué haces aquí?
Pues ya ves, da gusto tomar el fresco
en las noches de mayo.
Pues me siento aquí contigo
y echamos un cigarro.
¿Otro más?
Esta noche me ingresan,
ya me he fumado medio estado de Virginia.
Nota mental:
procura lleva siempre un objeto
punzante en la mochila.
Medio paquete de Marlboro
dando la brasa.
Ale, anda con Dios,
a ver si él tiene ganas de escucharte, Manolo.
Y mañana caeré de nuevo en el pozo.
Es que la veo y me tiemblan las piernas,
se me corta la voz,
me empapo de sudor
como si fuese el virus de la gripe.
Pero esto no puede ser,
esto es ir contra mi mismo.
Esta noche soy lo que tanto he odiado,
lo que siempre he criticado,
lo que siempre había tratado de evitar
con éxito.
He tocado fondo, estoy perdido.
Ya no sé lo que hacer ni como escapar
de mi instito.
Tres horas después aparece el Búho
y ya no tengo ni ganas de cogerlo.
Venga, levántate, saca un par de euros
y haz un último esfuerzo.
Como decía Serrat:
todo pasa y todo queda.
La diferencia es que él nunca la persiguió
y yo empiezo a cansarme de hacerlo.
Pero da igual, mañana empezaré de nuevo
con más moral que el alcoiano.
No tengo remedio.
martes, 11 de mayo de 2010
no corría aire
entre tú y yo.
Fue ayer y
parece otra vida,
el tiempo es
un Boeing 777.
lunes, 10 de mayo de 2010
viernes, 7 de mayo de 2010
en esta noche de lluvia.
Suena igual que aquel verano
que no puedo olvidar.
Ya casi no quedan cosas buenas
y el enemigo acecha a la vuelta
de la esquina
mientras el compromiso endereza
el camino
que nos lleva de vuelta a casa
apartándonos de la oscuridad.
Yo me alejo y me pierdo
en medio de ninguna parte.
Donde tú estás.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Carretera y manta
Puede que le haga caso.
Que me recree con la imagen
de su desesperación
en la distancia.
Que no vuelva a saber de mi,
que llame a Paco Lobatón
y vea que hace años
que el programa bajó la persiana.
Puede que lo haga.
Y me ria de su tristeza,
de su impotencia
al ver que hice caso
a sus palabras.
Me gusta la imagen mental
de su derrota
y de mi victoria derrotada.
Aunque me destroce la vida,
si total ya está destrozada.
Entre vivir así y morir
hay una separación de nada.
Carretera y manta.
Puede que lo haga.
Tal vez mañana.
pueden llegar a poseer el aura nostálgica
de un puerto, un banco del parque o una cama vacía.
Viajar por las páginas muertas de un viejo blog
o de un perfil abandonado de una red social
es como visitar un cementerio.
Nos embarga la emoción,
se nos humedecen los ojos.
Hay algo nuestro en un sitio
que no existe en ninguna parte.
Una parte del pasado,
restos del naufragio.
martes, 4 de mayo de 2010
domingo, 2 de mayo de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
jueves, 15 de abril de 2010
miércoles, 14 de abril de 2010
sábado, 10 de abril de 2010
¿Especial?
jueves, 1 de abril de 2010
sería la de ayer o mañana
de hace ya unos cuantos años.
Guardo perlas de paladar agridulce
grabadas a fuego en el lóbulo occipital.
Ya no estáis cerca de mi,
casi en ninguna parte.
Vuestros nombres son islotes
que salen a flote
en la esencia borrosa y maltrecha
que es hoy todo lo demás.
El azul preso entre barrotes de pestañas
que ayer me quitaba el sueño
cae por su peso al tropezar con la evidencia
gráfica del moderno megapixel,
y tu ego exacerbado dormirá dentro de poco
en una cama de matrimonio
a los pies de un ídolo de barro.
Qué triste no ser los mismos
y qué triste haberlo sido
de una manera irrepetible;
no critico, desconstruyo perfecciones
alcanzadas en etapas a priori imperfectas
partiendo del pretexto
de que ni siquiera yo soy el mismo,
aunque me sienta invencible, joven e intacto.
Parafraseo a Neruda:
nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Y me siento vacío y me ahogo
en el recuerdo de una noche de primavera,
a camino entre lo inalcanzable
y lo que alcanzamos estirando un palmo
el dedo corazón.
Me fundo en el dolor que produce
el brillo vivaracho
de una estrella muerta hace miles de años.
miércoles, 31 de marzo de 2010
Café Gijón
Amor
No entiende de edades, de razas, de cuentas bancarias ni de orientaciones sexuales. Surge sin más, y si lo hace sin ayuda será libre, salvaje y romántico. Si lo fuerzas puede ser más molesto que un dolor de muelas.
sábado, 27 de marzo de 2010
VIII
acerca de Y.
Las haces tuyas sin siquiera analizarlas
y las profesas entre otras tantas letras
del abecedario.
¿Has pensado que podrías tener
tu propia Z?
Quizá estarías igual de equivocado,
pero hablarías con voz propia
en un mundo de ecos.
lunes, 22 de marzo de 2010
VII
tres cigarros; un paquete.
Una copa, dos copas,
botella entera; no apareces.
En el culo del vaso
y en el culo del mundo.
Tan lejos de ti y tan cerca.
VI
de Marzo
y tengo el corazón
congelado.
Me ataca el recuerdo
y me asfixia, me desvela,
me destempla.
Jamás veré lo que creí que vería.
Ni amaneceres ni atardeceres,
ni victorias ni derrotas.
Has desatado mi oscuridad
y ahora siempre es de noche.
No hay sitio en tu cielo
para mis estrellas y mi luna.
V
Reacción en cadena,
onda expansiva
que pudre lo que toca.
La muerte en vida
es la peor de todas.
martes, 16 de marzo de 2010
jueves, 11 de marzo de 2010
martes, 9 de marzo de 2010
IV
te apartan del camino
del que parten,
suelen acabar con todo lo que te rodea
menos contigo.
No tengas prisa en morir,
para eso siempre hay tiempo.
lunes, 8 de marzo de 2010
III
A los vacíos les doy sentido
a golpe de guitarras, bajo, batería y voces.
No le hago ascos a sintetizadores y teclados,
percusión y toda clase de
instrumentos de viento.
En días, tardes y noches tristes
Spotify viene a rescatarme.
En la exaltación,
las notas me enderezan
y etiquetan sensaciones
potenciando el éxtasis.
Todo irá bien mientras tengamos
un Mp3 cerca.
En su defecto también vale una guitarra,
el canto de los pájaros
o el clamor musical de una gran avenida
con sus pasos, sus gritos y su tráfico.
Defino música como todo aquello
que amo escuchar.
Lo demás es ruido.
sábado, 6 de marzo de 2010
Linda
Intenta comprarme a golpe de hocico,
viste sus ojos de gala.
Quiere subir a la silla
y no entiende por qué no puede.
A mi no me valen sus ladridos
y a ella le sobran mis palabras.
II
por lo menos cuatro veces,
pero cuando me acerco
nunca eres tú.
A veces incluso es más guapa
y lleva un Mercedes,
pero yo sigo en mis trece:
derrochando el tiempo que no tengo
en encontrarte y perderte
cuatro veces al día.
I
adónde voy.
No preguntes entonces.
Perdemos mucho tiempo
tratando de evitar lo inevitable,
lo que siempre llega.
viernes, 5 de marzo de 2010
Nunca se me han dado bien los títulos
Al menos aquí sí tengo buena letra.
Mundo de espejos
sin candados que la conviertan en privilegio.
Y aún así nadie me lee.
Podría decir que hoy he matado a tres hombres,
que he atracado un banco.
Seguiría sentado tranquilamente en casa
con un café entre las manos
y la certeza de que nadie vendría a buscarme.
Me encanta pasar desapercibido
en un mundo de espejos.
No hay más
a veces sólo escribo para recordar palabras
que creía olvidadas.
jueves, 4 de marzo de 2010
Hamor
para ti y para mi.
Los significados son variables y mutantes.
Mi dolor no es el tuyo,
nuestras suertes son distintas,
mis ojos no son tus ojos
ni sentimos de la misma manera.
En casos puntuales hasta las formas cambian.
Una falta de ortografía que se escapa
al oído altera el producto;
pobre de mi, jamás me has escrito una carta.
Mi amor está aprobado por la RAE
y tú amas con h.
Veo las horas pasar
sin saber qué escribir,
absorto en la blancura del A4.
La mente se contagia del papel
y salen cosas como ésta.
Mañana vacía, cabeza vacía, folio vacío.
Contrastes
nadie y seis personas gramaticales.
Corre y repta, nada y vuela.
A veces se detiene y no os dais cuenta.
Abecedario y hoguera,
celulosa virgen y enciclopedia.
Pasea por calles eclécticas
con firmeza inquisitoria.
Se mueve en sectores radicales
con insultante indiferencia.
Alguien
Alguien llora en el cuarto cerrado.
Un llanto desconsolado y vacío.
Escucho el dolor hecho verbo
y me asfixio en el sentir ajeno.
Las uñas raspan la madera añeja
y siento como si llorase yo mismo.
No sé qué habrá al otro lado,
me da miedo saberlo.
Es tarde y el eco se extiende,
quiero abrir la puerta y no puedo.
Alguien muere en el cuarto cerrado.
Alguien muere desconsolado y vacío.